La homofobia puede acabar en ocasiones con una relación. Eso es por ejemplo lo que les ocurrió a Luis y Diego (nombre ficticios). Ellos estarían celebrando hoy el día de San Valentín si no hubiera sido por las continuas discusiones que tenían. Diego llevaba años fuera del armario y toda su familia conocía su relación y aceptaban a Luis. Sin embargo, Luis no se atrevía a hablar de su homosexualidad con su familia. Llevaban tres años juntos y no conocían la existencia de Diego. Diego quería que Luis fuera a los eventos familiares, pero éste no quería ir porque sentía vergüenza de su relación homosexual y, por otro lado, porque eso podría suponer que su pareja le pidiera ir también a los de la suya.
Diego andaba con mucho cuidado de dónde le entraba ganas de demostrar la afectividad a su pareja para que ésta no le hiciera la “cobra”. Luis argumentaba que es que no era cariñoso, sin embargo ese cariño parecía ser selectivo ya que en casa o en Chueca no le importaba deshacerse a besos. En el facebook ninguna foto de ambos “hay que ser discretos” comentaba Luis, y Diego sentía una terrible sensación de estar haciendo algo malo o ilegal, sensación de la que él hace años se había desvinculado. Nada de Navidades juntos, ni cenas de empresa, ni irle a recoger al trabajo…
Homofobia: miradas que destruyen
Un día de San Valentín del año pasado, Diego mandó un ramo de rosas al trabajo de su pareja. Éste, cuando las vio, llamó rápidamente a Diego. Lejos de darle las gracias emocionado, le reprochó lo que había hecho alegando que podría haberse enterado todos de aquello y que había sentido mucha vergüenza por el hecho de haber recibido flores de otro hombre. Diego se sintió tan humillado y con tantas ganas de llorar, que en ese momento hubiera roto con su pareja. Pero no lo hizo, porque era más el amor que sentía por él y la esperanza de que avanzara en su proceso que otra cosa. Diego había soñado con casarse algún día con él y formar una familia. Sin embargo, al día siguiente Luis le escribió un escueto mensaje por whatsapp: “creo que te mereces a alguien que te pueda hacer todo lo feliz que no soy capaz de hacerte yo”.